Gravedad, la película de los sentidos

No ganó el Oscar pero estuvo cerca, Gravedad es una película para verla con algo de conocimiento previo al punto que hay una advertencia o nota apenas comienza explicando las condiciones en el espacio que pueden ser suficientes para toda la experiencia sensorial que se viene.

Básicamente, Gravedad nos lleva a dar un paseo por el temor que se genera al vacío del espacio, por lo tanto, mientras más conozcamos del espacio, peor será nuestro temor al ver a Sandra Bullock dar vueltas sin sentido y eso de “sin sentido” tendrá mucho de razón y lógica al saber que la inercia es una cosa de locos y que soltarse del cordón umbilical podría significar vagar por el espacio por el resto de nuestros días. A los ojos del necio, esto puede parecer simplemente eso, una actriz en una montaña rusa invisible.

Tampoco hay que ser genio para entender la situación del espacio, pero algo de atención hay que ponerle porque los que van a buscar una historia o una trama podrían salir renegando. Me imagino como se habrá sentido el que haya votado por esta película para mejor guión original y la burla que puede haber recibido, porque seguramente el guión no tendrá mas de dos páginas. De hecho hay un resumen de la película en caricaturas que no dura mas de 1 minuto, lo que pinta por completo la situación aquí: Esta es una película para experimentar vértigo y desesperación. También desesperación por ver que Sandra Bullock no ganó el Oscar cuando toda la película descansa en ella, como cuando Tom Hanks hizo Cast away donde apenas habló, es algo que sólo pueden hacer los mejores.

Alguien por ahí dijo que ésta era la mejor pelicula de ciencia ficción de todos los tiempos y puede que tenga razón, lo que si es de hecho, es la mejor película sensorial, donde incluso el 3D de la sala de cine queda corta y donde comprarse el DVD o el Blu ray es un robo porque no se trata de ver imágenes.

Si alguien quiere saber como será el cine en los próximos años, que vaya y vea Gravity en 3D y en la mejor calidad posible y de las gracias a Alfonso Cuarón por no quedarse con películas como Harry Potter. Al final de la película, pregúntense si es que aceptarían un paseo por el espacio, aunque sea regalado.